Los hábitos diarios definen en gran medida nuestro éxito o fracaso en la vida, hábitos que todas podemos llevar a cabo pues el éxito es un estilo de vida; una mujer exitosa tiene una manera muy particular de acción y de ver la vida.
El triunfo comienza con nuestra manera de pensar y de actuar. Lo que determina el resultado en cualquier acción son nuestros hábitos, los pensamientos y la manera en la que respondemos a las circunstancias que se presentan. Adaptar tu mentalidad y costumbres te ayudará a conseguir cualquier cosa que te propongas.
Invierte en tu desarrollo personal. Ve más allá de tus propios límites, busca maneras para crecer y aprender, para constantemente ser una mejor versión de ti misma.
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Mientras más desarrolles tus fortalezas y habilidades, tendrás más capacidad para tomar mayores retos, los cuales traerán mayores recompensas y satisfacciones.
Aprovecha tus mañanas. La ciencia ha demostrado que las personas que se levantan temprano son más optimistas y proactivas, se sienten más satisfechas con su desempeño diario y son más eficaces, por lo que aprovechan las oportunidades que surgen en el día a día.
Fija objetivos. El planteamiento de objetivos ayuda a saber qué es lo que quieres y en qué te debes enfocar. Plantea objetivos que se basen en tus más profundos deseos y tenlos siempre presentes. Esto te permitirá comenzar a moverte en su dirección.
Planea. Después de decidir qué quieres, tienes que buscar la manera de hacerlo realidad. Acostúmbrate a planear tu día, tus finanzas personales, tu tiempo y tus actividades. El orden te permitirá ver en qué estás desperdiciando recursos y cómo usarlos de una mejor manera.
Pasa a la acción. Evita que tus objetivos y planes se queden solo en papel; ubica tu objetivo final y da el primer paso. Una vez que lo hagas, tienes que dar el segundo, cuando lo des, busca como dar el tercero, y así sucesivamente. Eventualmente llegarás a la meta.
Termina lo que comienzas. Las cosas sin terminar son fugas de energía, roban tu atención y no te permiten enfocarte en lo que deberías estar haciendo. Aprende a cerrar ciclos en tu día a día; comienza con las cosas pequeñas, cierra la puerta del cuarto cada vez que salgas, extiende tu cama justo después de levantarte, guarda las cosas que ya no utilizas o limpia tu espacio de trabajo al final del día.
Sé agradecida. Una mujer exitosa siempre agradece, esto te pone en un estado mental positivo y te ayuda a sentirte satisfecha. Siempre hay algo por el que estar agradecida; piensa en las cosas buenas que tienes.
Cuando eres agradecida tu mente se enfoca en lo que tienes y no en lo que te falta, ese simple hecho te hace una persona más feliz.
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Una mujer exitosa es aquella que se ha organizado personalmente para poder enfocarse en sus objetivos. Ha establecido prioridades y ha aprendido a delegar tareas. Utiliza el tiempo de forma eficiente y productiva, y no permite que las distracciones interfieran en su camino hacia el éxito. También es una mujer que se ha comprometido a superarse personalmente. Ha establecido metas altas pero realistas, y trabaja constantemente para mejorar sus habilidades. Finalmente, una mujer exitosa es aquella que sabe cómo sacar provecho de los logros. Ha aprendido a celebrar sus triunfos, pero siempre tiene la mente puesta en el siguiente objetivo. Estos son algunos de los principales hábitos de una mujer exitosa.
Una mujer que ha logado lo que se ha propuesto no solo se caracteriza por tener éxito en su carrera sino también por ser una buena esposa, madre y amiga. Ser una mujer balanceada es la clave para alcanzar el verdadero éxito.
Por María Isabel Terán, presidenta de Grupo Terán