El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a millones de mujeres en todo el mundo y se ha convertido en una de las principales causas de muerte en el género femenino. Sin embargo, a pesar de su prevalencia, existe una gran esperanza en la lucha contra esta enfermedad gracias a la prevención y la concientización.
La prevención del cáncer de mama juega un papel fundamental en la reducción de su incidencia y en la detección temprana de la enfermedad. Las medidas de prevención pueden incluir cambios en el estilo de vida, como una alimentación saludable y equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico, evitar el consumo de tabaco y alcohol, y mantener un peso adecuado. Además, es fundamental realizar visitas regulares al médico y someterse a exámenes de detección, como la mamografía, especialmente en mujeres mayores de 40 años o en aquellas que presenten factores de riesgo.
Conoce estadísticas sobre el cancer de mama según la OMS en América Latina
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la región de las Américas representaron casi una cuarta parte de los nuevos casos de cáncer de mama en 2020. En América Latina y el Caribe, la proporción de mujeres afectadas por la enfermedad antes de los 50 años (32%) es mucho mayor que en América del Norte (19%).
El pronóstico, después de un diagnóstico de cáncer de mama, ha mejorado dramáticamente en los países de altos ingresos, los cuales han tenido una disminución del 40% en mortalidad por cáncer de mama (estandarizada por edad) entre 1980 y 2020, tras la introducción de programas de detección temprana y protocolos de tratamiento estandarizados.
La carga de enfermedad por cáncer de mama se puede reducir mediante la identificación y el tratamiento temprano de los cánceres, antes de que den síntomas. De acuerdo con políticas de la OPS, en países con suficientes recursos, se recomienda el tamizaje organizado con mamografía cada dos años para las mujeres de 50 a 69 años. En territorios de recursos limitados, donde los programas de detección de mamografías pueden no ser factibles, el examen clínico de mama parece ser viable.
La concientización también desempeña un papel crucial en la lucha contra el cáncer de mama. Informar y educar a la población sobre los factores de riesgo, los síntomas y la importancia de la detección temprana puede salvar vidas. Es necesario promover campañas de concientización a nivel local, nacional e internacional para fomentar la autoexploración de las mamas y la búsqueda de atención médica ante cualquier signo de alarma, como la presencia de un bulto, cambios en el tamaño o forma de la mama, secreción del pezón o cambios en la piel de la mama.
La concientización también implica romper los estigmas y barreras que rodean al cáncer de mama. Es importante promover la igualdad de acceso a la atención médica y a los servicios de detección en todas las comunidades, independientemente de su nivel socioeconómico o ubicación geográfica. Además, es esencial brindar apoyo emocional y psicológico a las mujeres y a sus familias que se enfrentan a esta enfermedad, así como crear redes de apoyo y espacios seguros donde puedan compartir sus experiencias y recibir orientación.
El impacto de la prevención y la concientización en el cáncer de mama es significativo. La detección temprana permite un diagnóstico más temprano y, por lo tanto, un mejor pronóstico y mayores tasas de supervivencia. Además, al adoptar estilos de vida saludables y evitar los factores de riesgo conocidos, se pueden prevenir muchos casos de cáncer de mama. La concientización, por su parte, ayuda a empoderar a las mujeres y a la comunidad en general, brindándoles la información necesaria para tomar decisiones informadas sobre su salud y promoviendo la solidaridad y el apoyo mutuo.
Por María Isabel Terán, presidenta de Grupo Terán