En el marco de incertidumbre económica y financiera que todavía persiste en la región, y considerando que el inicio de año nos abre panoramas para mejorar continuamente, hoy quiero rescatar los aspectos más importantes del gobierno corporativo, qué es y para qué sirve a las empresas.
Cuando hablamos de un buen gobierno corporativo, a esto es a lo que nos referimos , según la definición de Patricia Polo Bosio:
"un conjunto de principios y procesos que determinan las reglas de conformación y funcionamiento de los órganos de gobierno de una organización. Es también una forma de trabajar con altos estándares de transparencia y profesionalismo, que se traduce en mayor eficiencia en el quehacer y mayor confianza en el mercado y, en particular, frente a sus grupos de interés"
El buen gobierno corporativo no es exclusivo de las grandes organizaciones públicas y privadas, sino que representa un marco estratégico fundamental para el crecimiento y consolidación de las pequeñas y medianas empresas.
El gobierno corporativo son aquellas estructuras y procesos mediante los cuales se dirigen y controlan las empresas; permite que las empresas operemos con mayor eficiencia, mejora el acceso al capital, mitiga riesgos y nos protege contra una gestión indebida.
Es inherente al gobierno corporativo la rendición de cuentas y la transparencia de las empresas ante los inversionistas, además de brindar herramientas para responder a las inquietudes de los grupos de interés (stakeholders).
La implementación de buenas prácticas de gobierno corporativo permite crear valor en las empresas, ya que las compañías con sistemas sólidos de gobierno suelen dar mejores resultados financieros que los competidores.
¿Cuáles son los principales beneficios de un gobierno corporativo?
Impacta positivamente en la reputación de la organización
Lo cual trae consigo nuevas oportunidades para alianzas estratégicas, mayor acceso al financiamiento y la llegada de nuevos clientes conscientes de este valor agregado. Prepara a la organización para responder de mejor manera a las demandas de grupos de interés; por ejemplo, cambios incentivados por modificaciones en la regulación.
Crea un marco transparente para la administración de los intereses de los accionistas.
La separación entre los roles y responsabilidades de los propietarios y los administradores garantiza la independencia y previene posibles conflictos de interés y otros riesgos asociados.
Mejora los resultados operativos
Instaura una cultura abierta a la transparencia y asegura la sostenibilidad a largo plazo de la organización.
Genera pesos y contrapesos
Minimizando la probabilidad de ocurrencia de actos de abuso de poder o administración desleal.
Además de ponerlo en práctica, es necesario que el líder de la empresa posea valores alineados con la cultura corporativa y que considere a la transparencia como un valor capital en todos los asuntos relativos a la empresa, incluyendo la situación financiera, el rendimiento, la propiedad y la estructura de gobierno.
Con la aplicación comprometida de un buen gobierno, encabezado por un buen líder, la confiabilidad y seguridad darán reconocimiento a la organización, prolongando el éxito a lo largo del tiempo, mejorando la imagen de marca y el acceso a nuevos mercados.
Por María Isabel Terán, presidenta de Grupo Terán