Fomentando la digitalización de la salud desde la empresa

La pandemia transformadora

La crisis de salud mundial de la que estamos saliendo nos forzó a avanzar rápidamente, transformando la forma en que funcionan los sistemas de salud y el sector hospitalario; adoptando tecnología y herramientas que nos han mantenido activos a pesar del distanciamiento.

Lo anterior solo fue el parteaguas para un cambio radical que seguirá consolidándose en los próximos años, en los que continuará el enfoque de promoción de los servicios digitales, buscando una mejor experiencia para los pacientes y consolidar la colaboración entre la práctica de salud pública y privada.

Especialistas han afirmado que la incorporación de diferentes tecnologías conllevará un notable ahorro en los costes diarios. Europa calcula que la digitalización de la sanidad generará 120,000 millones de euros en ahorro para 2030.

La mayor digitalización del sector salud conllevará varios cambios, según se prevé: como la telemedicina, que ya durante la pandemia creció exponencialmente. Otro factor es el acceso a los servicios digitales y la ciberseguridad. “Los datos, tanto empresariales como de los pacientes, tienen el suficiente valor como para que los organismos inviertan en su protección”, consideran los expertos en tecnología.

Acciones de la Organización Panamericana de la Salud

Conectividad universal
Las iniciativas para la digitalización de la salud deben basarse en políticas sólidas y sostenibles, que logren la consideración total de sus características y el abordaje de las necesidades y desafíos, tanto de las personas y comunidades como de los prestadores de servicios. También se debe considerar, a partir de ahora, a la conectividad y al ancho de banda como nuevo determinante social de la salud.

Salud digital inclusiva
No dejar a nadie atrás en la era digital requiere no solo llegar a las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad, sino también a aquellas personas y grupos poblacionales que no están digitalmente alfabetizados. Las TIC tienen el potencial de reducir las desigualdades en salud, al permitir que las personas accedan a información y herramientas digitales de prevención y cuidado en el momento justo y el formato adecuado.

Bienes digitales
Los bienes públicos digitales, para fortalecer la salud y el bienestar de la población mundial, deben incluir software de código abierto, normas, algoritmos, datos, aplicaciones y contenidos diseñados con la arquitectura y el licenciamiento adecuados.

Interoperabilidad
Los sistemas de información para la salud facilitan la identificación eficaz, el análisis de casos, la búsqueda y detección tempranas y la definición y el seguimiento de la población de riesgo, de manera segura, interoperable y lo más personalizada posible. Los sistemas deben ser interoperables, abiertos y sostenibles.

Conoce los tipos de interoperabilidad que existen en el 2023 

Arquitectura de la salud pública
La arquitectura de salud pública, en la era de la interdependencia digital, debe enmarcarse en la agenda digital del gobierno. Debe ser transversal, para articular las distintas vertientes de gobernanza y optimizar la planificación estratégica y la gestión de los recursos.

La digitalización propicia nuevos modelos de gobierno y empresa y formas de trabajo que tienen un impacto sobre las compañías en lo referente a la salud, pero también permite llevar a cabo iniciativas para mejorarla. Por tanto, las empresas saben que la salud y el bienestar de sus empleados es el activo más preciado que poseen. Y, gracias a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías digitales, suponen una verdadera palanca para transformar la salud desde la empresa.

Por María Isabel Terán, presidenta de Grupo Terán