República Dominicana no solo es un destino turístico de renombre mundial, sino también un escenario de transformación y avance en el ámbito de la salud pública. A través de este artículo, nos embarcaremos en un viaje para descubrir los desafíos y triunfos del Servicio Nacional de Salud (SNS) dominicano, una entidad cuya misión es garantizar el acceso universal a servicios de salud de calidad para todos sus ciudadanos.
La travesía hacia la cobertura universal
La historia del SNS es una crónica de esfuerzo y compromiso hacia la cobertura universal de salud. Con la promulgación de la Ley General de Salud, No. 42-01, en el año 2001, República Dominicana sentó las bases para una reforma profunda del sistema de salud, apuntando hacia una mayor equidad, accesibilidad y calidad en la prestación de servicios de salud. El SNS, creado oficialmente en 2015, es el brazo ejecutor de esta visión, con el desafío de integrar y mejorar los servicios de salud públicos en el país.
Navegando por el sistema
El acceso al SNS se caracteriza por su apertura a todos los ciudadanos, ofreciendo una amplia gama de servicios que incluyen desde la atención primaria hasta intervenciones quirúrgicas especializadas, pasando por programas de prevención y promoción de la salud. Este acceso universal es una piedra angular de la política de salud del país, reflejando un compromiso con la equidad y la justicia social.
En la práctica, el SNS se enfrenta al desafío de superar las barreras geográficas y económicas que aún limitan el acceso de algunos segmentos de la población. La distribución desigual de recursos y personal médico, especialmente en áreas rurales y marginadas, es un obstáculo en constante atención. No obstante, el gobierno dominicano ha implementado estrategias como la expansión de la red de atención primaria y el fortalecimiento de los sistemas de referencia para mejorar este panorama.
Los frutos de la labor
A lo largo de los años, el SNS ha logrado avances significativos en la salud pública dominicana. La mejora en los indicadores de salud, como la reducción de la mortalidad infantil y materna, y el incremento en la esperanza de vida, son testimonios del impacto positivo de las políticas de salud implementadas. Además, programas específicos dirigidos a combatir enfermedades transmisibles y no transmisibles han visto éxitos notables, gracias a campañas de vacunación, educación para la salud y acceso a tratamientos.
Desafíos y perspectivas futuras
Mirando hacia el futuro, el SNS enfrenta el reto de adaptarse a las nuevas demandas de una población en constante cambio. El envejecimiento demográfico, el aumento de enfermedades crónicas no transmisibles y la necesidad de integrar tecnologías de información en salud son algunos de los desafíos que se perfilan en el horizonte. La respuesta a estos retos requerirá de innovación, inversión y una visión a largo plazo que asegure la sostenibilidad del sistema.
El viaje del SNS es un reflejo del compromiso compartido entre el gobierno, los profesionales de la salud y la comunidad. La participación ciudadana, a través de consejos de salud y otras formas de involucramiento comunitario, es fundamental para seguir construyendo un sistema de salud que responda a las necesidades y expectativas de todos los dominicanos.
Hacia un horizonte saludable
La travesía del Servicio Nacional de Salud en República Dominicana es una historia de esperanza, desafíos y logros. Es un recordatorio de que la salud es un derecho humano fundamental y de que el camino hacia un futuro más saludable es un viaje que debemos emprender juntos. La labor continua del SNS, con el apoyo de toda la sociedad, promete no solo mejorar la calidad de vida de los dominicanos, sino también servir como un modelo inspirador para la región del Caribe y más allá.
Este artículo, basado en datos científicos y prácticos, así como en la realidad del sistema de salud dominicano, es un homenaje a todos aquellos que trabajan día a día para hacer de la salud una prioridad nacional. La salud, después de todo, es la base sobre la cual se construyen todos los sueños y aspiraciones de una nación.
Por María Isabel Terán de Bonetti, Presidenta de Grupo Terán