Acceso a servicios de salud de calidad

Políticas para el acceso a servicios de salud de calidad

La calidad de la atención en la prestación de servicios de salud se define como la atención centrada en las personas, las familias y las comunidades, con niveles óptimos de seguridad, efectividad, oportunidad, eficiencia y acceso equitativo como atributos.

El logro de ello viene determinado por la disponibilidad de los servicios y su adecuada organización y gestión. Mejorar la calidad de la atención en la prestación de servicios de salud exige la transformación y el fortalecimiento de los sistemas de salud.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la calidad es una cualidad de la atención sanitaria, esencial para el logro de los objetivos nacionales en salud, la mejora de la salud de la población y el futuro sostenible de los sistemas de atención en este sector.

Salud universal y de calidad: un compromiso mundial

El objetivo general de la OMS sobre la cobertura universal es que todas las personas que necesitan servicios de salud reciban atención de alta calidad sin exponerse a dificultades financieras, considerando todo lo que engloban los servicios de salud de calidad: de promoción, prevención, cura, rehabilitación y tratamiento.

La Declaración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la cobertura de salud universal, adoptada por los líderes mundiales en septiembre de 2019, reafirmó el compromiso de ofrecer progresivamente cobertura a otros 1,000 millones de personas para 2023, con servicios sanitarios esenciales de calidad y con miras a ampliar la cobertura a todas las personas para 2030.

Salud en cifras

  1. Cada año se atribuyen entre 5.7 y 8.4 millones de muertes a la atención de calidad deficiente en los países de ingresos bajos y medianos, lo que representa hasta el 15% de las muertes en esos países.
  2. El 60% de las muertes en los países de ingresos bajos y medianos por afecciones que requieren atención sanitaria son imputables a la atención de calidad deficiente, mientras que las muertes restantes son consecuencia de que no se utilice el sistema de salud.
  3. En esos países, la atención de calidad insuficiente conlleva pérdidas de productividad por valor de 1.4 a 1.6 billones de dólares anuales.
  4. En los países de ingresos altos, 1 de cada 10 pacientes sufre daños al recibir atención hospitalaria, y cabe prever que 7 de cada 100 pacientes hospitalizados contraigan una infección relacionada con la atención sanitaria.
  5. Se ha estimado que los sistemas de salud de alta calidad podrían evitar 2.5 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares, 900,000 muertes por tuberculosis, 1 millón de muertes de recién nacidos y la mitad de todas las muertes maternas cada año.

Acciones a favor de la calidad

La OMS, la OCDE y el Banco Mundial han propuesto una serie de medidas para lograr el objetivo de la prestación de servicios sanitarios de calidad:

Orientación estratégica nacional en materia de calidad: las políticas y estrategias nacionales destinadas a mejorar la calidad deberán formar parte de la política y la planificación nacionales de salud.

Calidad en todo el sistema de salud: además de un entorno de políticas propicio, para prestar servicios de calidad hace falta una buena gobernanza; personal sanitario cualificado y competente que cuente con apoyo y esté motivado, mecanismos de financiación que posibiliten y fomenten una atención de calidad; medicamentos, dispositivos y tecnologías que estén disponibles, sean inocuos y estén debidamente regulados, además de centros sanitarios accesibles y bien equipados.

Seguimiento y evaluación: la integración de las iniciativas mundiales y nacionales de medición es fundamental para garantizar que los países recopilen datos relevantes y utilicen esos datos para transformar y mejorar sus sistemas de prestación de servicios.

Sistemas de salud resilientes de calidad: Los sistemas de salud, para ser resilientes, necesitan prestar servicios de salud de calidad antes de una emergencia de salud pública, mantenerlos durante el desarrollo de la emergencia y mejorarlos tras su finalización.

Por María Isabel Terán de Bonetti, Presidenta de Grupo Terán