La salud es un elemento esencial del desarrollo económico a largo plazo. La Industria de la salud junto con la educación, constituyen la infraestructura social requerida para el desarrollo, existe una relación viable entre el mejoramiento de la salud y la productividad económica, ya que ambos contribuyen a la formación y conservación del capital humano.
La salud no es sólo la ausencia de enfermedad; es también la capacidad individual para que cada persona desarrolle su potencial físico y cognitivo a lo largo de su vida. Como es uno de los principales componentes del llamado capital humano, la salud también es uno de los determinantes clave del crecimiento económico y el combate a la pobreza.
La falta de salud afecta directamente la fuerza de trabajo y tiene profundas repercusiones en la economía, ocasionando la pérdida de trabajadores como unidades económicas, ya sea por muerte prematura o reducción de la capacidad laboral. Por otro lado, la falta de aplicación de medidas preventivas adecuadas se refleja en un costo económico más elevado por servicios curativos.
La salud preventiva contribuye al crecimiento económico, en el largo plazo, por medio de los mecanismos siguientes:
- tiene un efecto positivo en el desarrollo cognitivo del niño y la productividad laboral del adulto;
- reduce las pérdidas de producción de los trabajadores y de asistencia escolar de los niños ocasionadas por enfermedad;
- permite utilizar recursos naturales que eran inaccesibles debido a la presencia de epidemias o enfermedades endémicas, y
- libera para otros fines recursos financieros, que de otro modo sería necesario destinar al tratamiento de las enfermedades.
Los estudios del premio Nobel en Economía Robert Fogel, respecto a Inglaterra, demuestran que entre un tercio y la mitad del crecimiento económico experimentado por ese país en los pasados dos siglos se explica por mejoras en la salud. Estudios similares realizados para Latinoamérica, encuentran también que casi un tercio del crecimiento económico de los años 1975 al año 2000, se explica por mejoras en la salud.
Especialistas en materia económica han reafirmado las investigaciones llevadas a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las cuales se sustenta ampliamente el impacto económico y social de la inversión en la ampliación de la cobertura de los servicios de salud de la población, así como la mejora en la calidad de los mismos. Algunas de sus recomendaciones básicas son: el mejoramiento de la gestión del sector salud, la revisión del equilibrio entre sus diversos programas, y el aumento de la inversión en salud en un 1% en promedio del Producto Interno Bruto (PIB) de los países merecen ser consideradas por los gobiernos de nuestros países.
Por María Isabel Terán de Bonetti, Presidenta de Grupo Terán